martes, 26 de enero de 2010

Fábula

El blog anda abandonado, pero les dejo esta fábula escrita por mí...

Tiempo atrás convivían en armonía dos cuervos, que eran muy amigos; cierto día decidieron emprender un viaje, se dirigían a un pueblo gobernado por un león muy egoísta, hacía días que había pedido a los animales más ingeniosos e inteligentes el objeto más interesante; pues él lo quería tener todo.

Entonces llegaron estos viajeros y cuando se enteraron de la petición del rey, decidieron que ellos estaban dispuestos a hacerlo. Arribaron a la corte y se presentó uno como un grande hechicero, que traía un objeto, ese que él quería; lo llamaba espejo, estaba cubierto por un manto. Lo descubrió y entonces surgió un marco. El cuervo se puso frente a él y detrás el otro animal, que imitaba los movimientos de su amigo.

El león impresionado quiso probarlo enseguida. El cuervo explicó que posiblemente el reflejo huiría ante la grandeza del rey. Por lo tanto el león presuntuoso, de manera inmediata lo creyó y le gustó tanto la idea que más ganas tuvo de usarlo. Entonces le dieron instrucciones para su utilización. El león solamente podría reflejarse por la noche. Y le dejaron el espejo, a cambio de su corona dorada. Aunque dudoso, el rey se las dio. Ese mismo día los cuervos salieron del pueblo con su magnífica recompensa sin que alguien se diera cuenta de su engaño.

La moraleja de esta historia es que debes apreciar lo que tienes, porque por ambición puedes perder lo que ya es tuyo.

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